por Alex Ferrer, Abogado Los que me conocen, saben que creo fervientemente en el libre mercado. Le agradezco a este sistema por darme la oportunidad de conseguir el éxito mediante el trabajo. El haber tenido que competir por mi puesto como policía, y luego como abogado y juez, me ha permitido aprender y crecer. La competencia, en resumen, genera innovación. Sin embargo, cuando las compañías favorecen el lucro sobre las personas, perdemos nuestra humanidad. En los años recientes hemos visto lesiones e incluso muertes como resultado de compañías farmacéuticas que apresuraron el lanzamiento de nuevas drogas, o interruptores de encendido defectuosos en vehículos de la General Motors, a los que no se les impidió andar por las carreteras a pesar de conocerse las serias consecuencias que podían ocasionar al público. Hay una diferencia entre el juego limpio y el tipo de codicia corporativa de las grandes farmacéuticas y compañías como la GM. Su deseo de maximizar el lucro los ha hecho implacables, y como resultado, miles se han visto afectados.
El fraude es lucrativo
Hace poco, otra compañía se vio expuesta por su codicia desalmada: Volkswagen. Desde el año 2009, Volkswagen lanzó al mercado una línea de “diesel limpio”, autos amigables con el medio ambiente, bajo la promesa de que habían sido “meticulosamente diseñados sin hacer concesiones, para ser más poderosos y milagrosamente rendir 74 kilómetros por galón en carretera.” Autos que brindan alta performance, tremendo kilometraje y encima son buenos para el medio ambiente... sonaba demasiado bueno para ser verdad. Pero cuando fueron inspeccionados para determinar el nivel de emisiones, resultó ser correcto. Los autos eran verdaderamente buenos para el medio ambiente, y poderosos, mientras que “milagrosamente rendían 74 kilómetros por galón” tal como sostenía la Volkswagen. Sin embargo, decir “mágicamente” habría sido más exacto que “milagrosamente” para describir lo que estaba ocurriendo, ya que se trataba de una ilusión. La gente de la Volkswagen trabajaba como un grupo de magos expertos, haciendo creer a todo el mundo que ocurría una cosa cuando en realidad se daba otra. Sus autos no eran limpios ni tampoco económicos, ni siquiera por lejos. ¿Cómo es eso posible? se pregunta uno... Los ingenieros de la Volkswagen implementaron un código computarizado, creado específicamente para burlar a los reguladores estadounidenses, haciéndoles creer que sus autos cumplían con nuestros requerimientos anticontaminación. Cuando la computadora detectaba que el auto estaba siendo inspeccionado para determinar el nivel de emisiones, el auto se cambiaba automáticamente a modo “dyno calibration”, lo cual lo hacía funcionar de manera limpia. Por supuesto, aquello significa que el motor era capaz de funcionar de manera limpia, pero no sin sacrificar considerablemente la potencia y la eficiencia del combustible. Cuando el auto no estaba en el modo “dyno calibration” reservado sólo para los exámenes, su motor estaba bombardeando nuestro ambiente con óxidos de nitrógeno (los cuales complican problemas respiratorios como el asma) a niveles hasta 40 veces mayores a los permitidos por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EE.UU. (EPA por sus siglas en inglés: Environmental Protection Agency). Por si fuera poco, desde el 2009 hasta hoy, los estadounidenses preocupados por el medio ambiente que compraron las versiones “diesel limpio” del VW Jetta, VW Passat, VW Beetle, VW Golf y Audi A3 pagaron entre $2000 y $2700 más que lo que vale el diesel regular, por el “privilegio” de contaminar el aire 40 veces más que lo permitido. Y los hallazgos continúan. Los reportes más recientes revelan una investigación de motores Audi más grandes utilizados en otros autos, incluyendo el Porsche Cayenne SUV.
Es necesario hacer más
Si bien estoy trabajando con los dueños de estos vehículos para ganarles compensación por este fraude claro, intencional y motivado por pura y mera codicia; la realidad es que aquellas demandas podrán retribuir a nuestros clientes, pero no detendrán este tipo de corrupción. Si no se presentan cargos criminales contra los ejecutivos y gerentes corporativos que roban o lesionan a sus clientes con pleno conocimiento, todo ese dinero que pagan al gobierno por multas y a sus consumidores por daños será simplemente un costo más dentro de su modelo de negocio, y el próximo fraude o tragedia no se hará esperar. Si te gustaría comentar sobre este artículo o sugerir temas que te interesaría leer bajo la perspectiva de un abogado, por favor escríbenos un email a: contacto@abogados.com o mándanos un tweet a: @abogados_USA. ¡Nos interesa conocer tu opinión!