Accidentes que sufren las mujeres en el trabajo y consejos para prevenirlos

La fuerza laboral femenina ha crecido exponencialmente en Estados Unidos, alcanzando cifras mayores al 40%. No obstante, las trabajadoras se encuentran expuestas diariamente a una serie particular de riesgos. Considerando este hecho, mejorar sus condiciones y calidad de vida se ha convertido en una prioridad. Por ello, agencias como el NIOSH investigan en profundidad cuáles son los accidentes que sufren las mujeres en el trabajo. Estas, son más propensas, por ejemplo, a las tendinitis, el síndrome del túnel carpiano y los esguinces. Profundicemos en la temática y cómo fomentar la prevención oportuna.

Las mujeres y los riesgos de accidentes laborales

En el año 2021 ocurrieron más de 400 muertes por accidentes femeninos en el trabajo. Esta cifra muestra una preocupante tendencia a incrementarse. 
Pero, no necesariamente se generan desenlaces fatales, en muchos casos, ocurren lesiones y otros problemas de salud. Los cuales, sin embargo, pueden derivar en enfermedades crónicas y discapacidades.

Es importante considerar que un alto porcentaje de mujeres trabajan a tiempo completo, y que muchas otras tienen más de dos empleos. Con esto presente, se debe investigar a fondo qué tipos de accidentes sufren las mujeres en el trabajo y sus posibles causas.

Lo anterior, con miras a la concientización de los puntos vulnerables existentes. Esto atañe a las empresas, patronos y las propias trabajadoras, porque solo conociéndolos, tomarán las medidas de prevención más pertinentes. La problemática, no obstante, es multifactorial, no solo se trata de estas y sus necesidades, sino del contexto organizacional. La mayoría de los entornos laborales están orientados para favorecer la fuerza laboral masculina.

La Doctora Lorraine Martín, presidenta del Consejo Nacional de Seguridad, lo ha expresado con claridad al medio EHS Today. Cuando se quejan por problemas de salud de índole laboral, las trabajadoras no son escuchadas como sus compañeros. En consecuencia, esto las vuelve más vulnerables a ciertos riesgos. Por ejemplo, los Trastornos Músculo Esqueléticos, que producen dolores intensos y afectan su calidad de vida. 

Salud integral en el trabajo 

Pero no se trata solamente de lo físico, un clima organizacional sano también es una prioridad*. De hecho, deben existir canales efectivos para denunciar el acoso laboral o sexual, las microagresiones o la discriminación por género. Muchas veces, se presenta una ausencia de políticas de diversidad e inclusión. Como resultado, pueden generarse estados de depresión, agotamiento y desmotivación.

Debe fomentarse una perspectiva integral de la salud, en la cual se consideren los aspectos psicológicos. Para ilustrar su relevancia, los accidentes que sufren las mujeres en el trabajo pueden derivarse de una gran cantidad de estrés acumulado.

¿Cuáles son los accidentes que sufren las mujeres en el trabajo?

Determinar los accidentes que sufren las mujeres en el trabajo a través de la investigación, permitirá tomar medidas adaptadas a cada caso. 
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) se encarga de profundizar en la materia. Esta es una agencia federal que indaga y realiza recomendaciones en materia de seguridad laboral.

La finalidad será fomentar una salud ocupacional desde el enfoque holístico. En virtud de ello, cada empleo o profesión tendrá ciertos riesgos más o menos característicos. Por lo que es importante considerar los eventos y patologías más comunes, así como los sectores donde resultan recurrentes.

Homicidios y agresiones no mortales

Las agresiones mortales son la causa más común de accidentes que sufren las mujeres en el trabajo. Puede que suene sorprendente, pero las cifras ascienden tanto como un 40%. Las razones son variables, pero la principal se debe a robos y asaltos en comercios y gasolineras. No obstante, muchas veces, los agresores son compañeros de trabajo o clientes, e incluso los propios cónyuges. 

En otras circunstancias, las acciones generan lesiones más o menos graves. Generalmente, las sufre el personal de la salud médica, como las enfermeras, y también mujeres que se dedican al sector comercial. 

Trastornos Músculo Esqueléticos (TME)

Este es uno de los problemas de salud más comunes entre las trabajadoras femeninas. De hecho, hasta un 52% de ellas pueden llegar a tener la patología*. 
Existen diversos accidentes sufridos por las mujeres en el trabajo que pueden ocasionarlo. Dos casos particulares son las caídas desde lugares altos y los resbalones en pisos mojados. 

En líneas generales, se debe a la adopción de posturas inadecuadas y forzadas o al levantamiento de objetos muy pesados. Así mismo, se produce con el uso de herramientas vibratorias o la repetición de movimientos en cadenas de montaje, entre otras causas.

De acuerdo a Dra. Martin, algunos sectores como las manufactureras, la salud, el trasporte y la logística, muestran una mayor tendencia a que sus trabajadoras sufran de TME. Otros ámbitos vulnerables son los servicios, el ingreso de datos y las telecomunicaciones. Es importante considerar que los hábitos errados al realizar determinadas actividades laborales, generan secuelas negativas. Estas se manifiestan como esguinces, síndrome del túnel carpiano, tendinitis, distensiones, entre otras dolencias que resultan incómodas y pueden volverse crónicas.  

Pinchazos con agujas

Este tipo de eventos ocasionan afectaciones físicas y de índole emocional a las trabajadoras. Porque las expone a graves infecciones por bacterias y otros microorganismos, o al contagio con virus como la hepatitis C y el VIH. Generalmente, quienes están más expuestas son las enfermeras, así como las bioanalistas y técnicos de laboratorio. 

Alergias a materiales o equipos de látex

Muchos materiales médicos están elaborados con este componente. No obstante, algunas trabajadoras podrían presentar sensibilidad al entrar en contacto constante con guantes de látex y otros insumos. 

Como resultado, se generan alergias en forma de erupciones, dificultad respiratoria, ardor, urticaria, goteo posnasal e irritación ocular.
Por supuesto, este tipo de incidentes son bastante comunes en el sector salud, afectando a doctores, enfermeras, asistentes, bioanalistas y técnicos de laboratorio. También, es recurrente entre quienes laboran en la industria del caucho o el personal que trabaja en empresas de limpieza.

Contacto con sustancias peligrosas

Algunas investigaciones sugieren que la exposición a sustancias peligrosas puede incrementar la incidencia de cáncer en el cuello uterino. Se considera como de alto riesgo al personal de enfermería que se expone a compuestos como el óxido de etileno. Un componente que se emplea para desinfectar los equipos médicos.

Por su parte, las trabajadoras del sector de la tintorería podrían estar en riesgo de desarrollar esta misma patología. Según el NIOSH, se debe al uso del percloroetileno, con el cual se realiza el lavado en seco de ciertas prendas. Por otro lado, las inhalaciones de componentes como la sílice, los asbestos y el polvo de madera pueden derivar en cáncer pulmonar, de las fosas nasales y mesotelioma. 

Uno de los sectores más vulnerables, son las mujeres que laboran en actividades no tradicionales como la industria de la construcción, textiles, minería, etc.
Hay que sumar un factor relevante, existe una disparidad en cuando al EPP. Muchas veces, los equipos de protección para estas actividades se encuentran diseñados en función a los hombres. Por lo que no ofrecen un verdadero resguardo debido, en su mayoría, a malos ajustes. 

Problemas de índole psicológica

Un ambiente laboral nocivo afectará la calidad de vida de las trabajadoras, su salud mental, concentración y motivación*. Para ilustrarlo, el estrés es una de las razones primordiales por las que los accidentes que sufren las mujeres en el trabajo se producen.  ¡Estas tienen un mayor riesgo psicosocial que sus compañeros masculinos! Así lo destaca la mencionada Dra. Martin. 

Cargas excesivas, roles ambiguos, una mala política de gestión de conflictos, poca estabilidad laboral, nulas oportunidades de ascenso y el acoso sexual. Son solo algunas situaciones que afectan negativamente a las mujeres. Así mismo, las pocas o nulas herramientas para gestionar situaciones como el cuidado de los niños, pueden ocasionar una gran carga emocional, ansiedad y culpa. 

Lo anterior, no solo conduce al síndrome de burnout, sino a padecimientos de toda índole. Esta tendencia, por cierto, se presenta mayormente en las féminas. Enfermedades cardíacas, agotamiento crónico, TME, son solo algunas patologías a destacar.

Consejos para prevenir los accidentes laborales femeninos

Es un hecho estadístico, las mujeres están menos inclinadas a emitir una queja en cuanto a su seguridad laboral se refiere, además, son menos escuchadas. Estos dos factores pueden incrementar los incidentes laborales en este sector de la población.

La prevención siempre es clave, además, acarrea menos gastos tanto a la empresa como a la trabajadora. Establecer medidas claras para obtener resultados consistentes en cuanto a la reducción de los accidentes que sufren las mujeres en el trabajo es prioritario. 
Algunas medidas o consejos a destacar son los siguientes. 

Aspectos de la comunicación y educación

• •    Promover la comunicación asertiva entre las trabajadoras, sus compañeros y patronos. Esto favorece que cualquier información importante sea trasmitida de forma rápida y oportuna. Como la presencia de un riesgo inminente que amenace la seguridad de todo el personal.
• •    Establecer un mecanismo para la presentación de informes o reportes que aseguren a las trabajadoras su seguridad laboral. Reduciéndose así las represalias, y creándose una logística efectiva al tramitar este tipo de quejas. 
• •    Realizar capacitaciones del personal, gerentes y supervisores; con el fin de detectar señales de peligro o de alguna patología en fase temprana. Por ejemplo, la presencia de síntomas relacionados con el Trastorno Músculo Esquelético por adoptar una postura inadecuada.
• •    Mantener un enfoque de seguridad holístico, donde se considere no solo el aspecto físico, sino también el psicológico. 

Medidas de seguridad y auditorias 

• •    Contar con una constante evaluación y auditoría en materia de seguridad. Todo en pro de determinar las áreas vulnerables, para así optimizarlas.
• •    Contar con las debidas medidas de seguridad y entrenar al personal para su correcta aplicación. Así mismo, es importante que estas se actualicen con regularidad, y de acuerdo a las normativas vigentes. 
• •    Participar en iniciativas que cierren las brechas existentes en cuanto al diseño de equipos de seguridad o EPP. 
• Valores y ética 
• •    Crear una cultura organizacional fundamentada en valores como el respeto y la ética. Esto incluye concientizar y canalizar medidas para la denuncia del acoso sexual.
• Recursos 
• •    Permitir que las trabajadoras tengan los recursos necesarios para gestionar responsabilidades como el cuidado de sus hijos. Por ejemplo, creando guarderías y centros de cuidado infantil. 

Como punto final 

Hasta un 60% de mujeres durante una investigación de la NIOSH declaró* que el estrés era el principal obstáculo para su desempeño laboral. Mucha otras, se enfrentan día a día a ambientes hostiles, equipos inadecuados, acoso y violencia abierta.
Por ende, resulta necesario establecer una adecuada seguridad laboral, acorde a cada tipo de industria y género. Así como la concientización en cuanto a las medidas de higiene, seguridad y la creación de canales de comunicación efectivos.

Todo esto, permitirá reducir los índices de accidentes que sufren las mujeres en el trabajo. Gobierno, empresas, patronos, trabajadores, todos deben accionar de manera conjunta en pro de esa meta. 

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La justicia es derecho de todos.